En nuestra consulta seguimos el modelo de Terapia de Interacción Recíproca (T.I.R.) que emplea fundamentos teóricos y prácticos de terapias psicoanalíticas, estratégicas, cognitivas, sistémicas e interpersonales.
Se trata de un terapia integradora y generativa, de tiempo limitado que tiene como objetivo amoldar el modelo al paciente y no al contrario, es decir, el paciente al modelo.
Con esta terapia se inducen estados hipnóticos en el paciente, lo que ayuda a conseguir los cambios terapéuticos necesarios. Esto se logra debido a que el paciente está más receptivo en este estado alterado de conciencia.
Estamos especializados en TDAH, Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad. Un trastorno que suele presentarse en niños y adolescentes y puede afectarles de distintas maneras.
Se trata de una dificultad que impide que el niño se concentre y preste atención en cualquier ámbito de su vida. También puede ser del tipo hiperactivo, que hace que el niño sea impaciente y cambie rápidamente de una actividad a otra.
Es un trastorno que puede ser tratado por un especialista. Si crees que tu hijo tiene TDAH ponte en contacto con nosotros y pide cita.
En nuestra consulta también estamos especializados en psicología jurídica, un área de la psicología que estudia el comportamiento y la conducta en sus diferentes facetas dentro del ámbito legal.
Con más de 18 años de experiencia tenemos un amplio conocimiento del sector y proporcionamos una atención completamente personalizada.
Contacta con nosotros y solicita información sobre nuestros servicios.
La Terapia de pareja es una opción antes de una separación, cuando la relación empieza a deteriorarse y se cree que no hay salida y antes de que realmente no haya solución.
"Cuando notéis esos primeros síntomas de que algo no va bien, consultad con un profesional que pueda aportaros una visión diferente del problema para que esa visión os permita resolver las diferencias que en un momento determinado provocaron el distanciamiento".
Aunque la terapia de pareja es de dos, normalmente es uno quien da la voz de alarma y solicita consulta, si bien, es importante que el otro esté dispuesto a colaborar. En caso de que no lo esté, quien ve el problema puede igualmente acudir a terapia y, aunque la capacidad de maniobra será menor, existe.